30 may 2015

Día dos

Día 2.

Pablito ha cogido piojos y son tan grandes como las arañas de Montequinto. La cabeza de Pablito es como la fauna ecológica del amazonas, pero sin indígenas.
Lo arrodillo como en la catequesis y los bichos caen en la bañera formando un rosario que ni el que rezan en misa de cuatro.Después le pongo la toalla como los hindúes en Londres y se rasca espulgándose y me dibuja en el pasillo un cuadro de Bartolomé Esteban Murillo.
...
He escrito vehemente una nota al colegio : "por salud e higiene escolar, advierto que Pablito tiene piojos. Ruego tomen medidas profilácticas".Lo de profilácticas me ha provocado, a posteriori, un desgarro mental importante. A mi Pablito lo educan los curas y al hábito el término le debe sonar a condón y ya sabemos que el hábito no hace al monje ni el monje puede comprarlos.
El caso es que las madres vayan a la farmacia y adquieran condones, champús y todo aquello que mate a los bichos, estos, otros y aquellos y los que aniden en cualquier otra parte. Que por culpa de los profilácticos hay demasiados niños en el colegio y por culpa de que haya tantos, demasiado contagio.
Que de "to" la vida de Dios, la culpa de la pediculosis la ha tenido no usar condón. Y por culpa de eso tengo yo a Pablito y no dejo de rascarme.
El Papa Francisco me entiende pero el director del colegio aún está interpretándome...

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario